Quienes me han acompañado en las aulas saben que, en mis cursos y entrenamientos de metrología de flujo de fluidos, siempre inicio presentando una fotografía de la obra "La Torre de Babel", una extraordinaria pintura al óleo sobre lienzo de Pieter Brueghel el Viejo (1563). El relato cuenta como el proyecto de la construcción de la Torre de Babel fracasó como consecuencia de la confusión de las lenguas.
Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos
A veces, les pido a los asistentes que en un trozo de papel escriban el significado de dos términos, por ejemplo: Exactitud y Precisión. Una vez recogidos los papeles, empiezo a leer al aula lo que para cada uno representan estos términos. La conclusión siempre es que por cada término hay 2 o 3 interpretaciones diferentes, acercándose tan solo una de ellas a lo que es el concepto internacionalmente aceptado.
Que gran lío... ¿Cómo transmitir de forma efectiva el conocimiento técnico en el aula si existen diferentes interpretaciones a priori para los términos básicos?. No obstante, aún más preocupante es el evidenciar que, día a día, elaboramos especificaciones de equipos de medida, firmamos cuantiosos contratos relacionados con mediciones, equipos de medición o procesos de medición, e incluso estamos sujetos a regulaciones y requerimientos legales expedidos por entes gubernamentales, todos estos sin una clara expresión acerca de lo que representa la referencia aceptada para su correcta interpretación.
En metrología, esa convención semántica que da lugar a lo "internacionalmente aceptado" se rige por el Vocabulario Internacional de Metrología. Este documento es publicado por el Comité Conjunto para las Guías en Metrología (JCGM), y se le conoce popularmente como el VIM o como la Guía JCGM-200, está disponible en su tercera edición y es de libre distribución, tanto en su versión original (en inglés), así como su traducción oficial al español.
El VIM corresponde al consenso de 8 grandes instituciones, de prestigio mundial, acerca de los conceptos fundamentales y generales, así como a los términos asociados con las mediciones, estas son:
Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM)
Comisión Electrotécnica Internacional (IEC)
Federación Internacional de Química Clínica y laboratorios médicos (IFCC)
Organización Internacional de Normalización (ISO)
Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC)
Unión Internacional de Física Pura y Aplicada (IUPAP)
Organización Internacional de Metrología Legal (OIML)
Cooperación Internacional de Acreditación de Laboratorios (ILAC)
El resultado de integrar tantas y tan variadas organizaciones para la elaboración del vocabulario se traduce en un alcance sin fronteras, tal y como se interpreta al leer su Campo de Aplicación:
Este Vocabulario pretende ser una referencia común para científicos, ingenieros, físicos, químicos, médicos, biólogos, así como para profesores, estudiantes y todo aquel, implicado en la planificación o realización de mediciones, cualquiera que sea el campo de aplicación y el nivel de incertidumbre de la medida. Pretende también ser una referencia para organismos gubernamentales e intergubernamentales, asociaciones empresariales, comités de acreditación, entidades reguladoras y asociaciones profesionales.
De las 144 definiciones contenidas en el VIM, muchas vienen acompañadas de notas aclaratorias o de ejemplos de aplicación. Si bien hay algunas que pueden ser complejas en su interpretación y otras que abren el espacio a discusiones filosóficas, lo cierto es que este documento debe ser referencia obligada en toda disciplina o especialidad que requiera la realización de mediciones. Para facilitar el proceso de interpretación, el JCGM mantiene una página Web con anotaciones y observaciones asociadas a los conceptos, esta se actualiza frecuentemente y solo se encuentra disponible en inglés.
Al finalizar el VIM, en el Anexo A, se presenta un conjunto de mapas o diagramas conceptuales en los que se muestran las relaciones existentes entre los diversos términos, que si bien -en mi caso particular- no los he empleado de forma didáctica, para no sumar más confusión a la confusio linguarum, son una buena muestra de la consistencia e integridad estructural con la que se elabora el vocabulario. Por último, la bibliografía del VIM, esta compuesta por 55 referencias.
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Se estima que para 2019 este disponible un borrador de la cuarta edición del VIM, para ser discutido públicamente.
¿Ya conocía el VIM? ¿Al momento de hablar, se expresa en concordancia con el VIM? ¿Se encuentran sus procedimientos de medida, especificaciones, términos y contratos en armonía con el VIM? ¿Ha tenido conflictos por diferencias de interpretaciones sobre términos relacionados con medición?
Queremos escuchar sus opiniones y conocer sus experiencias.
Juan Manuel Ortiz Afanador - Gerente
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